El necio y su función de retardo

El necio influyente retrasa la acción del grupo donde actúa 


En realidad, con esta nota concluimos la “semana del necio”, en homenaje a las víctimas de la profesión más extendida y hasta milenaria y de la que ninguna sociedad, familia, pareja u organización pudo escapar. En cualquier lugar en el que se encuentre un necio activo e influyente, allí mismo aparecerá, de una manera u otra, una función de retardo o de interferencia. El hecho de tener que tratar de convencer al necio de su equívoco mediante intentos que resultan de entrada infructuosos, implica un desvío en el uso del tiempo y de la energía individual o grupal. No es el caso de persuadir a quien está abierto al diálogo y a nuevas comprensiones, sino de forcejear sin resultado alguno ante quien cerró su mente y se adueñó de una verdad implacable y superior a cualquier otra. 

El silencio del sabio y la verborragia del necio

Mapa oculto de la armonía y el conflicto grupal 

Si tomamos cualquier grupo humano, desde la pareja, la familia, el aula escolar, el ambiente laboral, hasta el clima de las grandes organizaciones, sin excluir el mismo entorno social, encontraremos un mapa oculto configurado por dos fuerzas también ocultas y contrapuestas en constante pugna. Es la lucha entre el sabio y el necio; o mejor dicho, la lucha entre el hombre sencillo y de sentido común y el necio que ignora lo que cree saber. Así, en ese campo de lucha se enfrentan el silencio oportuno del cuerdo y la verborragia grandilocuente del mediocre. 

Organizaciones dirigidas por necios

El estrago mental de la necedad 


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Cuando el lugar de actuación del necio es el grupo, el equipo o cualquier ámbito en el que actúen otras personas, habría que hacer de cuenta que en esos lugares la inteligencia empieza a apagarse y la lucidez del intercambio a sufrir serias fracturas. Dado que el necio necesita, al igual que el soberbio, la presencia de aquellos con quienes ha de intercambiar, muchas veces adquiere habilidades de comunicación y seducción en proporción directa a su necedad. 

Cómo fortalecer la autoestima y el talento

El temple humano se crea y se perfecciona


Cuando la falta de confianza en sí mismo se apodera de la mente del sujeto, éste deja de tener una mirada alentadora de su propia vida. El horizonte de la esperanza se cierra, “vive al día”, le teme al futuro, suprime la confianza en los demás y aniquila las posibilidades de cualquier proyecto de crecimiento. Es la manera de morir lentamente en el pesimismo y en la oscuridad de una vida sin sentido. Al perder el sentido de la vida, todo lo que se hace se realiza rutinariamente y sin la energía creativa que generan los vínculos solidarios. Y ante la falta de alegría, aparece la búsqueda compulsiva de satisfacciones a cualquier precio para salir engañosamente del infierno de un tiempo que cada vez se hace más insoportable.


Enfrentar y ampliar los propios límites

Adaptación constructiva a situaciones hostiles e imprevistas 


Como todo ser viviente, en ciertos momentos y circunstancias el ser humano debe enfrentar situaciones inesperadas, virulentas y hostiles. Esto podría exceder su umbral de tolerancia a la adversidad o a ciertos estímulos inusuales o excesivos. Cuando esto último sucede de modo extremo, puede sobrevenir la muerte o la enfermedad y esta es una regla universal en la naturaleza de todo ser vivo. Por otra parte, y debido a su configuración psicológica y mental, el hombre debe enfrentar situaciones adversas que conmueven su vida emocional y mental. En este terreno cognitivo, tampoco queda exceptuada la regla universal relacionada con los umbrales de tolerancia que la psiquis humana tiene también con aquello que se le presenta con rasgos de hostilidad. 

El arte de recuperar lo mejor de cada uno

Proceso para identificar y erradicar los estigmas mentales 


En las notas precedentes, relacionadas con los estigmas mentales y los efectos de la violencia blanca en la vida personal, definimos un hilo conductor como base para la interpretación y aplicación de los conceptos. Dicho eje conceptual postuló en todo momento el desarrollo del talento y de nuevas capacidades desde un constructivismo que supere el modelo fragmentario y mecanicista del conductismo. Ello nos exigió aplicar un enfoque sistémico-cognitivo como condición para revertir los efectos no deseados que provienen de una educación que no tuvo en cuenta el talento creativo ni la autonomía de quien se encuentra en situación de aprendizaje. 

Adaptación para enfrentar obstáculos y problemas

Adaptaciones ascendentes, descendentes y degradantes 


El significado de la palabra temple ofrece una diversidad muy rica de significaciones aplicables a la psicología humana. Connota moderación de la fuerza emocional y conlleva la idea de sosiego y equilibrio de los estados de ánimo. La capacidad que permite al sujeto enfrentar con serenidad las situaciones difíciles o peligrosas constituye su temple y su fortaleza, cualidades que no podrían gestarse si aquél, por falta de confianza en sí mismo y por pesimismo, se vería impedido de una mirada expansiva y confiada de la propia vida. 

El estigma sombrío del pesimismo

Violencia blanca que ennegrece y enturbia la mente 


Un condicionamiento que se comporta como un verdadero estigma mental, al punto de inmovilizar y enturbiar la percepción de la realidad, es el pesimismo. El pesimismo es otra de las “marcas” mentales que configuran obstáculos que perturban el ejercicio de la autonomía de pensamiento, al impedir al sujeto confiar en su capacidad cuando debe enfrentar un obstáculo, relacionarse o vivir cada día. En total contraposición con el concepto aristotélico de la vida como movimiento y renovación constante, la marca del pesimismo llega a ser indeleble en ciertos individuos, al opacarles la visión de la vida y del futuro mediante imágenes sombrías. 

El estigma agresivo de la soberbia

La violencia blanca que conduce a la humillación ajena 


Dicen que cuando dios decide perder a algún ser humano, le envía la soberbia. Parecería ser que para corregir, enseñar o castigar a quien transgredió alguna ley universal, a pesar de ello el todopoderoso le otorga posibilidades de recuperación y encauzamiento; jamás busca perderlo. Pero, siguiendo la metáfora, a quien querría perder para siempre y ausentarlo de su mirada le envía algo aparentemente liviano y sin contenido punitivo. Simplemente le envía la soberbia, que lo ha de enceguecer y alejar de todo, a fin de quedar fuera del circuito de la rehabilitación y de la auto-corrección. Así, con la soberbia el individuo queda fuera de sí mismo, alejado de la realidad y marginado de la comunidad de amigos y del vínculo afectivo con los demás. 

El estigma degradante de la envidia

Segunda parte 

Reversión del elogio y distorsión del esfuerzo como formas de violencia blanca 


En nuestra nota anterior mencionamos el estado de abatimiento que padece el envidioso por la falta de confianza en sí mismo, al quedar sumergido en las sombras del éxito ajeno. Ese estado degradante de la envidia se origina en procesos cognitivos que, por acción u omisión, por exceso o por defecto en la educación recibida en el pasado, generaron situaciones por las cuales, desde temprana edad, el niño advierte que lo que le gustaría poseer ya lo tiene otro y, en ausencia de un proceso reflexivo y de comprensión, fomenta un disgusto creciente ante la posesión ajena. Es lógico que este sentimiento se origine en quien, como el niño, todavía no ha logrado completar su formación con la toma de conciencia de sí mismo y de los demás. 

El estigma degradante de la envidia

Primera parte 

La violencia blanca que inhibe la alegría y la creatividad humana 


¿Cómo y por qué surgió la envidia en nuestras vidas? ¿Qué registros conscientes tenemos acerca de su origen? ¿Por qué nos incomoda el éxito y el bienestar ajenos? 

El estigma de la timidez

Violencia blanca ejercida por padres y docentes 


A fin de facilitar el proceso mayéutico que permita el re-diseño de una mente afectada por las diversas formas de violencia blanca, deberíamos introducirnos en el análisis de los condicionamientos que terminaron en conductas de timidez, envidia, soberbia, pesimismo y tantas otras que se pueden identificar a través del recurso instrospectivo. Ello permitirá comprender la fuente de la cual provienen tales comportamientos y que tuvieron su origen en determinadas etapas de la vida infantil, adolescente o adulta. 

Estigmas de la violencia blanca

Cómo llegar a ser el diseñador de la propia inteligencia 


Una característica de la violencia blanca es que, empezando por la propia víctima, casi nadie advierte cuando se la ejecuta y muy pocos detectan sus efectos y consecuencias. Salvo casos excepcionales, el destinatario no tiene elementos ni recursos mentales y emocionales que le permitan registrar la violencia ejercida sobre su mente y su sensibilidad. A diferencia de la violencia “roja” (conocida bajo las diversas formas de agresión física y verbal), la violencia “blanca” se alberga en los rincones más profundos y más escondidos de la mente que fue víctima. 

Violencia blanca y maltrato mental

Sus artífices y mentores ocultos 



Cuando se plantea el tema de la violencia, casi todo el mundo relaciona la misma al campo de los fenómenos visibles y de ejecución fácilmente demostrable por las formas exteriores de su manifestación a través de episodios que van de lo trivial a lo aberrante. Es la violencia en sentido genérico, que suele dejar marcas físicas (y mentales) aunque sean leves. Pero no se advierte la ejecución de lo que sería la “violencia blanca”, cometida de manera sutil e imperceptible, al punto de no ser registrada ni advertida por quien la sufre. A diferencia de la violencia física, que tiene como destinataria a cualquier parte del cuerpo, la violencia blanca se ejerce en la mente y la sensibilidad de la víctima. Es decir, tiene como destinataria el mundo interno y silencioso de quien la padece. 

Las violencias del pensamiento

Hipótesis cognitiva sobre la opulencia y la indigencia 


Sabemos que los tratados de sociología en general nos brindan abundantes teorías y enfoques acerca de la pobreza, la indigencia y la marginalidad y relacionan los factores y condiciones socio-culturales que provocan las mismas. Pero ello no es suficiente a la hora de encarar soluciones de fondo a los problemas complejos que derivan de tales estados. Es así como la explicación parcial y simplista de la violencia que hoy vivimos encuentra su lugar predilecto en el casillero de la pobreza. 

El modelo mental como origen de la masacre

Desafíos y oportunidades para la educación


Pasada la instancia policial de la masacre que comentamos en nuestra nota anterior y que sacudió a millones de personas, es necesario observar el modelo mental del cual provienen hechos de esa naturaleza. Si bien todo el mundo quedó impactado ante las dimensiones de una conducta imposible de etiquetar, habrá que centrar el análisis y la reflexión un poco más a fondo del suceso ocurrido y de la consternación provocada. Visto desde el punto de vista sistémico, todo acontecimiento es un efecto que se torna visible después de recorrer el laberinto de los modelos mentales del sujeto. Por tal razón, y para no quedarnos en la superficie y en la periferia de lo que sucede, es necesario superar el nivel de los efectos y avanzar en el análisis y consideración de la matriz de pensamiento que causa y origina sucesos de esta naturaleza.

Masacre real y crueldad mental

Entre la fantasía y la ejecución 


Momentos antes de que ocurra una masacre, como la que tuvo lugar en la fecha, el consumo virtual de la violencia se encuentra en su apogeo en las mentes de quienes ofertan y adquieren productos de múltiples, sofisticadas y artísticas formas. Hasta que alguien decide y decreta en su mente que va a pasar de la fantasía a la ejecución de la violencia. Y lo hace con la precisión del formato virtual original. En sentido estricto, la presentación virtual de la película que orientó la masacre de referencia, como en otros casos la existencia de videos y novelas, se comportan como verdaderos mapas que han de guiar en algún sujeto el acierto de la ejecución. 

Imágenes mentales: su poder constructivo y destructivo

Segunda parte: 

Energía mental organizada 


A diferencia de los casos que planteamos en la primera parte, relacionados con el poder de las imágenes cuando actúan como energía mental fuera de control, en la presente nota trataremos el caso de las imágenes que se presentan en la mente cuando el sujeto está emocionalmente equilibrado, cuando el artista, el profesional, diseñador o artesano están creando, o deben resolver un problema o mejorar una situación. En tales casos, las imágenes mentales se construyen con el dinamismo de un juego de libertad, actividad fecunda, bienestar y autonomía, diferentes a las imágenes cuya energía fuera de control convierten al individuo en un autómata. 

Imágenes mentales: su poder constructivo y destructivo

Primera parte: 

Energía mental fuera de control 


Si algo unifica a todos los seres humanos es que, sin excepción alguna, son usuarios de las imágenes mentales que construyen en cada momento de sus vidas. En cada instante y de manera a veces vertiginosa, a veces apacible, o cuando el sujeto actúa o cuando descansa, o cuando actúa bien o cuando actúa mal o destruye, siempre su mente está manejando y construyendo imágenes. Si observamos a cualquier grupo de personas, será fácil colegir que ninguna mente escapa a esa condición universal de estar ocupada con imágenes que deciden la acción a seguir por el sujeto. Esto significa que, además del rasgo general aludido en primer término, si la persona no sabe dominar sus imágenes, se convierte en un conspicuo seguidor ciego de las mismas, generando las respectivas conductas y comportamientos. 

El sufrimiento como moda

Suicidio oculto en los rincones del pensamiento 


Los rincones de la mente guardan secretos inaccesibles aún para el propio sujeto. De allí que la recomendación socrática del conócete a ti mismo no se refiere a una simple maniobra auto-diagnóstica propia de los test de personalidad. Tampoco se trata de identificar minuciosamente las emociones y condicionamientos que aquejan con frecuencia a cada individuo. Se trata de algo más profundo, de ir a aquellos rincones de la mente, desconocidos y de difícil acceso, a través de un proceso de comprensión y bajo la estricta condición de que su protagonista ejerza su autonomía intelectual y su titularidad sin ser sustituido por la opinión o el pensamiento ajenos. Es un trabajo de reflexión sin intermediarios que no se limita a un período de tiempo, sino que abarca todo el trayecto existencial del ser humano.