Los condicionamientos de la mirada ajena

Los personajes que creamos y someten nuestra vida



En la vida corriente, es muy común observar que a las personas se les presenta una alternativa implacable. Por un lado, abandonarse a la iniciativa ajena y, por otro, decidir tomar iniciativas como sujeto creativo, consciente y autónomo. Cuando se abandona la iniciativa propia, se pierde la autonomía para pensar, emergiendo un estado de sumisión donde el sujeto es manejado por personajes que lo esclavizan y le hacen perder su espacio de auto-realización. El sujeto creativo, en cambio, modela su propia escultura personal, tratando que su pensar y su sentir converjan a un estado de actividad fecunda, constructiva y sin intermediación de personaje alguno.