Haciendo una pausa en medio del torbellino

TRABAJAR ENTRE LA FATALIDAD Y LA LIBERTAD


Si observamos a nuestro alrededor, todos estamos haciendo algo. Pero de manera diferente; unos ocupados en menesteres importantes, otros apurados, otros en trivialidades, otros soportando necesidades. Lo cierto es que casi todos estamos ocupando el tiempo a un ritmo impuesto por las circunstancias, lo que nos lleva a vivir apurados en un momento, tranquilos en otro o pasivos en otro. Esta forma alienante de vivir podría ser neutralizada si nos imponemos una pausa simple y con costo cero. Sin llegar a una detención del trabajo o tarea que estamos haciendo, podríamos hacer una pausa mental desde la reflexión. 

ENFOQUE PEDAGÓGICO-SISTÉMICO DEL SUFRIMIENTO

Segunda Parte

El arte de pavimentar el camino del dolor


De acuerdo con nuestra nota anterior, el sufrimiento constituye el episodio terminal de una secuencia que se va gestando imperceptiblemente a lo largo de un trayecto espacio-temporal, inadvertido en unos casos, o consentido en otros. El ejemplo de la propia vida personal nos ofrece claramente las diferentes alternativas de este proceso. Por aplicación de un principio básico de causalidad o, si se prefiere, de concatenación de elementos que tienen y ejercen una cierta con-causalidad entre sí, podríamos inferir que, de no mediar una intervención o modificación en alguna variable interviniente, los resultados adversos van a ser acordes con la naturaleza de los elementos actuantes durante esa secuencia imperceptible.

ENFOQUE PEDAGÓGICO-SISTÉMICO DEL SUFRIMIENTO

Primera Parte

El aprendizaje creativo en el camino del dolor


Desde una visión pedagógica sistémica, el sufrimiento humano es un emergente a modo de consecuencia surgida de factores o causas muchas veces desconocidas. De allí que cuando se conocen sus causas y comprenden las razones de lo que se está sufriendo, el dolor tiende a atenuarse o diluirse. Aún cuando no se lo extirpe de manera total, no es lo mismo el dolor incomprendido, atribuido muchas veces a la fatalidad o mala suerte, que el dolor aceptado por la vía de la comprensión y el conocimiento causal del mismo. De allí que el ser humano puede llegar a la serenidad frente al dolor cuando conoce las causas de su gestación. Y de la serenidad surge la aceptación. Esto explica cómo aquellos que han sufrido pérdidas irreparables puedan sobrellevar el sufrimiento y continuar viviendo con dignidad. 

LA ZOZOBRA DEL TIEMPO

El estado de zozobra es uno de los más temibles en el campo de las vivencias humanas, pues conlleva emociones de angustia, congoja y fuerte preocupación ante posibles obstáculos y problemas. A la inversa de quienes enfrentan con serenidad de ánimo las diversas situaciones hostiles, quienes padecen zozobra agudizan su inquietud por falta de sosiego y quedan sumergidos en el problema que los aqueja sin poderlo superar.

EL NEGOCIO DE VIVIR EN EL LÍMITE II

Segunda Parte

Según vimos en nuestra nota anterior, la costumbre de vivir en el límite tendría, como una de las posibles motivaciones, la pretensión de evadir con cierta justificación y elegancia la responsabilidad y el desafío de cambiar los modelos mentales rutinarios y de acceder a la mejora y desarrollo personal. Salvo situaciones imprevistas e inciertas, vivir en el límite es una de las tantas maneras para no responder a las exigencias del cambio, simplemente por el hecho de estar ocupado y absorbido en muchas cosas. En tal sentido, aquellos casos en los que inciden situaciones de urgencia constituyen el escenario ideal para quien gusta vivir en el límite, pues las condiciones planteadas por la urgencia incitan a un activismo desenfrenado si el protagonista no aprendió a disponer de su tiempo con razonable equilibrio. 

EL NEGOCIO DE VIVIR EN EL LÍMITE I

Primera parte

Se observa con frecuencia que quienes dicen vivir en el límite son considerados como personas activas que no pueden parar ni detener el proceso febril de su propia actividad. También se observa que quienes viven en el límite lo manifiestan con cierta jactancia, como si estuviesen dotados de una gran fuerza de voluntad y capacidad para hacer. Tal jactancia se manifiesta en expresiones tales como “no puedo parar”, “soy un adicto al trabajo”, “estoy a mil”, “mi agenda está colapsada”. 

El ancestral descontento de los argentinos

El inocultable descontento que caracteriza la psicología de los argentinos debe tener alguna explicación lógica. No basta con hacer referencias acerca de un sentir nostálgico expresado con arte y belleza por nuestra conspicua música. Antes de avanzar, queremos aclarar que en esta nota el adverbio “quizás” es fundamental y lo estamos empleando en un sentido probabilístico y tomando cierta licencia por la reiteración de su empleo.

Fundamento pedagógico de la idiosincrasia argentina

Detrás de lo que aparece y vivimos hoy en día en nuestro país, y viendo un poco más allá de la marginalidad y la pobreza, de la insatisfacción creciente de la gente, de la falta de oportunidades del recién graduado y del subempleo que de manera humillante vive el profesional, quizás debiéramos reflexionar en profundidad para comenzar a hacer y promover cambios sin ficción.

PERFIL PEDAGÓGICO DE LA ESTUPIDEZ

A fin de afianzar los conceptos de las dos notas anteriores, presentaremos hoy algo más sobre la estupidez: sus causas y origen. Y no lo haremos desde un enfoque clínico ni psicológico sino pedagógico, al abordar las condiciones ligadas a ciertos aprendizajes defectuosos adquiridos en el pasado, tanto en el seno familiar como escolar y social.

ES LA MENTE, ESTÚPIDO! II

Algunos casos imperceptibles de verdadera estupidez


Cuando se descuida la formación y educación de la mente, tanto en el plano familiar, escolar, profesional o laboral, los cimientos del pensamiento creativo desaparecen y en su lugar aparecen las diferentes formas en que se manifiesta la falta de lucidez mental. Por eso la correlación entre la estupidez y el uso debido de la inteligencia, tal como lo esbozamos en nuestra nota anterior. Allí establecimos que la falta de un método para ejercer la función de pensar conduce a un cierto inmovilismo de la inteligencia que, en tal situación, se somete a diversas formas de condicionamientos. En tal sentido, se observa que la lentitud y la falta de agilidad mental predisponen a la sumisión, a la pasividad y a la dependencia como condicionamientos inadvertidos por el propio sujeto. El conjunto de estos cinco condicionamientos nos da el perfil pedagógico de la estupidez. Veamos cómo funciona. 

ES LA MENTE, ESTÚPIDO! I

Correlación entre la estupidez y el uso debido de la inteligencia


Sin ánimo de apropiarnos del formato de una expresión que hace un tiempo recorrió el mundo mediático tratando de evidenciar la importancia y prioridad de la cuestión económica colocándola como eje central de la vida social, no deja de ser oportuno reflexionar aquí sobre la correlación entre la estupidez y el uso debido de la inteligencia.

EL ARTE DE HACER TODO LO POSIBLE

En el lenguaje corriente cuando alguien, frente a un requerimiento u obligación, manifiesta que va a hacer todo lo posible, ello suele interpretarse como dejadez, negligencia o dilación. Generalmente es una expresión utilizada por quienes tratan de ocultar la falta de voluntad para hacer algo o cumplir con una obligación. Sin embargo, “hacer todo lo posible” es un arte, entendiendo aquí por arte a la capacidad de ubicación frente a las variadas exigencias y oportunidades de la vida cotidiana.

EN LA MENTE TODO ES POSIBLE, EN LA REALIDAD HAY QUE ACTUAR Y ESPERAR

Un análisis sistémico de la diferencia entre la mente infantil y adulta


En la mente infantil todo es posible porque las imágenes se suceden casi ininterrumpidamente, de acuerdo a los estímulos y sin control consciente. Esto explica lo difícil de convencer a un niño que imagina la posesión de una cosa, al punto de exigirla sin escatimar ni regular sus pretensiones. Esto es comprensible, dado que, por inexperiencia, para el niño todo lo que es simultáneamente posible en su imaginación también es simultáneamente realizable en la práctica. La fantasía de la simultaneidad imaginaria y real explica claramente por qué el niño exige y no espera cuando se le ocurren situaciones relacionadas con la posesión de algo. Como dijimos, esto ocurre porque no sabe hacerlo y por falta de experiencia. 

EL AULA PARASITARIA COMO LUGAR DE DESPERDICIO

Una metáfora por la vía de la ironía y el absurdo


El aula parasitaria difiere del aula creativa porque en la primera hay repetición de información y en la segunda construcción de conocimientos, por lo que resulta, respectivamente, que a una le interesa controlar lo que aprende el alumno y a la otra verificar cómo aprende.

POR QUÉ EDUCAR ES UN ARTE

La raíz latina de la palabra educar apunta a dos acepciones: la acepción educare, que significa la acción por la cual el maestro enseña a partir de informaciones que va transmitiendo a quienes se encuentran en situación de aprendizaje. La otra acepción es EDUCERE, relacionada con la acción de extraer el talento y el potencial interno del que aprende. Desde nuestra hipótesis de trabajo, diríamos que nadie podría aprender si previamente no saca de sí mismo su talento para poder comprender y dominar con precisión el contenido que se quiere adquirir. Si no se extrajera el talento, la única manera de relacionarse con determinadas enseñanzas e informaciones sería por la vía de la memorización mecánica. En este caso, el concepto y la acción de educar quedarían mutilados y desnaturalizados.

EL MITO DE LA MENTE EN BLANCO

Si realizamos una encuesta acerca de lo que entiende o interpreta cada persona acerca de la expresión “poner la mente en blanco”, se podrá observar que la misma alude de manera espontánea a dos elementos concretos: uno, que el significado de la expresión es entendible por todos y, otro, que constituye un beneficio muy apreciado y hasta considerado necesario. Así, quien pudiera poner la mente en blanco lograría una aspiración envidiable que prácticamente todos quisieran alcanzar.

Creatividad para el desarrollo personal

CÓMO EVITAR EL ULTRAJE A LA VOCACIÓN Y AL TALENTO PERSONAL



Todos estamos convencidos de que nuestra vocación nos conduce a la elección de lo que nos otorga alegría y placer cuando realizamos aquello en lo que nos sentimos capaces. Aquí encontramos los componentes básicos de la vocación personal: sensación de lograr una capacidad posible, placer en la ejecución y alegría y satisfacción por la actividad. Así, un músico que responde a su vocación encuentra en la ejecución del instrumento elegido un profundo placer y bienestar y lo mismo con aquellos que intervienen en las variadas actividades que ofrece el campo de la actividad humana.

UNA EDUCACIÓN SIN HIPÓTESIS GENERA UNA INTELIGENCIA SIN MOVIMIENTO

Formar la inteligencia es la tarea más sutil del hombre y constituye un objetivo superior y de alto refinamiento dentro del amplio espectro de la actividad humana. Si bien hay un consenso generalizado que adscribe esa tarea superior a los educadores y eruditos, podríamos encontrarnos con algunas paradojas inquietantes cuando la praxis educativa pretende imponer contenidos fijos y estáticos mediante modelos didácticos que fragmentan la unidad sistémica del intelecto y distorsionan la percepción del mundo. 

EL ARTE DE EMPARCHAR PROBLEMAS SIN QUE SE NOTE

La manía de emparchar los problemas sin que se note es un hábito que atasca la búsqueda de las verdaderas soluciones a instancias de la comodidad y del placer del camino fácil. Es un hábito muy vinculado al intento de pretender ejercer la violencia de la uniformidad en las mentes y la sensibilidad de quienes no alcanzan todavía a darse cuenta que hay que saber observar y estar atentos para evitar el consumo de recetas fáciles y demagógicas.