La uniformidad del pensar y del sentir

Una pregunta habitual e inquietante para la mayoría de las personas se refiere a cómo “llenar” los “huecos” mentales o cómo “vaciar” la mente de aquellas imágenes, prejuicios o pensamientos que, lejos de beneficiar al propio sujeto en cualquier área de su vida personal, en realidad lo complican de una manera a veces molesta y paralizante.

La mayoría cree que la mente se “llena” con ideas, con creencias, con imágenes, con pensamientos vagos o rutinarios. Es así que las diversiones, entretenimientos y fantasías mantienen tanto al adolescente como al adulto “ocupados” mentalmente.

Todo esto nos lleva a un planteo pedagógico que constituye la esencia y la columna vertebral del proceso formativo del sujeto y del cual dependerá su ulterior desarrollo personal. Es fácil advertir que desde los comienzos, ya en la vida familiar y en la escuela, hay una tendencia a inculcar imágenes, creencias e informaciones sin una previa preparación mental que habilite al niño y adolescente a dominar, manejar y comprender de manera autónoma y personal que tales imágenes, creencias e informaciones no son realidades substantivas, inmóviles, estáticas y definitivas, sino entidades provisorias y esencialmente cambiantes y dinámicas que ellos mismos deberán mejorar a conciencia. 

No comprender esto produce como primer resultado el adormecimiento precoz de la mente y la falta de conciencia acerca de cómo pensamos y por qué pensamos lo que pensamos. De esto surgirá la tendencia a buscar siempre la uniformidad del pensar en los grupos, en las familias y en las instituciones. Esta estandarización del pensar exige y pretende también la uniformidad del sentir; y ello conduce de manera directa a las diversas formas de intolerancia y manipulación, ya que se busca que los otros sientan de manera similar a la propia. 

La manera efectiva de lograr esta inmovilidad mental que se traduce en dependencia y falta de autonomía intelectual, es mediante la utilización, sistemática o no, de estereotipos mentales. El estereotipo consiste en un molde sólido manipulable por parte de quien tiene la habilidad y el poder de inculcarlo a la mente en formación. Y de esta situación no escapa la escuela, la familia, la religión, la moda, la moral social y las costumbres estables. Esta uniformidad del pensar y del sentir promueve una búsqueda desenfrenada y no consciente de diferentes maneras para provocar el “llenado” de ese vacío mental mediante recursos muchas veces incompatibles con el verdadero sentir autónomo de los individuos.

6 comentarios:

  1. Buenos dias, mi nombre es Marina, muy interesante el blog. yo soy madre me inquieta si realmente le enseño a mis hijos a ser verdaderamente libres para pensar y actuar. Una madre es lo que más desea para sus hijos y no quiero equivocarme.
    muchas gracias

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  2. Sr. Barcaglioni, me gustaria seguir el pensamiento de Marina y agregar mi parecer, que sería sufrir y disponerse para las humillaciones que muchas veces llevan a los chicos a aislarse o ejercer violencia sobre las cosas o sus propios compañeros. Muchas gracias,
    Bety, madre de 3 preadolescentes.

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    1. Marina y Bety, para resolver ambas inquietudes lo primero que deberíamos hacer es reflexionar y observar sobre nuestra manera de actuar y pensar. No se trata de hablar demasiado ni de insistir con una verborragia que ningún niño, adolescente, e incluso adulto, escucha. Se trata de aplicar el método de la “escucha activa” y ello supone salir de la estrechez mental y disponerse a escuchar sin temor, sin prejuicio ni rigidez. Esto es percibido por el otro y es un buen comienzo, ya que genera intercambios fluidos y predisponen a la comunicación afectuosa…
      Muchas gracias por sus inquietudes.
      Saludos

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  3. Lamentablemente y por desgracia de muchos, no sabemos pensar ni somos creativos porque trataron nuestra mente como si fuera una cajonera con 3 cajones donde se ponían las cosas que había que aprender. En el cajón de arriba nos ponían las máximas morales y religiosas. En el cajón del medio nos metían catálogos de prejuicios relacionados con la familia, el trabajo... Y en el cajón de abajo nos llenaban con las informaciones escolares y el producto de una lectura mal hecha de los libros. (Ezequiel del oro)

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  4. Muy interesante, felicitaciones Dr. Barcaglioni, un placer haber sido su alumno en el año 1995.

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  5. Me parece interesante esta nota porque me parece que es algo que comúnmente sucede y que se debería tratar de cambiar.
    En el ámbito educativo es muy frecuente que los docentes impongan informaciones y creencias y que los alumnos las tomen literales y como algo acabado, estático. Esto sucede porque los docentes no dan las herramientas necesarias para que los alumnos puedan pensar sobre eso que les es presentado y modificarlo, se les limita la mente, no se les permite pensar. Y esto constituye un grave problema, ya que de esa forma se produce el atontamiento mental de quienes aprenden. Por lo tanto creo que es necesario que haya docentes que valoren a sus estudiantes, que crean en ellos y en la capacidad de los mismos de comprender y reflexionar sobre lo que se les presenta.
    Personalmente, creo que esto es aplicable a la vida cotidiana tanto en el ámbito escolar, como laboral, familiar y social. Todos estos nos imponen ciertas miradas y en vez de aceptarlas tal cual se presentan, lo que deberíamos hacer, es poder reflexionar sobre ellas y no quedarnos con esos estereotipos.

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