ENFOQUE PEDAGÓGICO-SISTÉMICO DEL SUFRIMIENTO

Segunda Parte

El arte de pavimentar el camino del dolor


De acuerdo con nuestra nota anterior, el sufrimiento constituye el episodio terminal de una secuencia que se va gestando imperceptiblemente a lo largo de un trayecto espacio-temporal, inadvertido en unos casos, o consentido en otros. El ejemplo de la propia vida personal nos ofrece claramente las diferentes alternativas de este proceso. Por aplicación de un principio básico de causalidad o, si se prefiere, de concatenación de elementos que tienen y ejercen una cierta con-causalidad entre sí, podríamos inferir que, de no mediar una intervención o modificación en alguna variable interviniente, los resultados adversos van a ser acordes con la naturaleza de los elementos actuantes durante esa secuencia imperceptible.


Ello implica que hay casos en los que la situación fallida o sufrimiento se pueden revertir o atenuar si decidimos aprender del error. Para ello, cada uno deberá aceptar y comprender el propio sufrimiento sin quedar clausurado en un remordimiento paralizante que podría llevarlo a reproducir nuevos sufrimientos. El grado de comprensión y aceptación de la realidad nos permitiría aprender creativamente de las mismas situaciones dolorosas.

Además de aquellos que no aprenden del sufrimiento presente, están los que allanan el camino para que el sufrimiento se instale de manera implacable. Estos últimos ejercen el arte de pavimentar el camino del dolor en sus propias vidas. La mayor parte de los seres humanos estamos expuestos a ejercer tal artesanía nefasta, pues nos dejamos llevar por la comodidad, por el placer del camino fácil, por la falta de seriedad y por la negligencia. A pesar de que de manera velada muchas veces se avizora un resultado no deseado, parecería ser que preferimos esperar el veredicto de un sufrimiento implacable. Dentro de este grupo están los que a través del ejercicio del pensamiento mágico apelan a la ilusión de que alguna circunstancia fortuita o la intervención de fuerzas cuasi-milagrosas podrán impedir el resultado que tanto se teme y desagrada. 

Es mediante el ejercicio del pensamiento creativo que toda persona podrá mantener su autonomía intelectual mediante la comprensión no sólo de los diferentes episodios y situaciones fallidas sino también de los procesos intangibles que le dieron origen a través del tiempo. La inteligencia tosca sólo percibe y se detiene en el episodio inmediato y en esa medida accede al sufrimiento y al dolor sin superarlo; la inteligencia creativa, en cambio, no se detiene en lo que aparece sino que genera una actividad que le permita acceder a la comprensión de ese plano intangible en que se gestan los episodios dolorosos y el sufrimiento. 

El sufrimiento de la guerra que se observa y padece tiene su génesis en muchos procesos intangibles que, como el egoísmo, la codicia, la manipulación y la ambición actuaron con su fuerza desmedida que en algunos casos no se pudieron observar y en otros no se quisieron detener. 

Y aún en los conocidos casos de indiferencia e irresponsabilidad, ello traerá como consecuencia irreversible el sufrimiento por el resultado fallido. Ello significa que si la acción de un conjunto de deficiencias personales altera el normal desarrollo de un proyecto, el resultado final será acorde con el impacto adverso de tales deficiencias. Si la indecisión, la inconstancia, la dejadez, la comodidad o la falta de voluntad estuvieron presentes, cabe suponer y prever con relativa anticipación un resultado defectuoso acorde con la naturaleza de las deficiencias intervinientes.



Dr. Augusto Barcaglioni


(Agradeceremos contestar la breve encuesta semanal, ya que una simple tilde nos permitiría aproximar nuestras notas y reflexiones hacia los 
temas más sensibles y críticos)


1 comentario:

  1. Gracias por el enfoque... la verdad que no se me ocurrió tratar un tema que nos preocupa a todos, pero que no lo sabemos interpretar a fondo. Nuevamente gracias...

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