El dudoso llanto del arrepentido

Una hipótesis sobre el llanto hipócrita

En la cultura occidental-cristiana el arrepentimiento se representa como un estado de pesar y remordimiento que conmueven de manera insistente la memoria y las emociones de quien experimenta el reproche interno de haberse equivocado o actuado mal o inoportunamente.

Por qué nos cuesta ser honestos

Una hipótesis sobre la contradicción humana


Desde niños nos enseñan una serie de normas para lograr un comportamiento aceptable en la vida de relación y evitar conductas reñidas con el sentido ético vigente en la sociedad. Esto obedece a la conveniencia social de evitar actitudes perturbadoras y a la aspiración familiar y cultural de llegar a ser una persona honorable y honesta. En tal sentido, los educadores, en su rol de padres y docentes, aspiran a formar personas capaces de obrar en el sentido de aquellos valores cuya práctica conduce a una supuesta rectitud moral. Esto es aceptado sin cuestionamiento alguno por la gran mayoría de las sociedades y culturas. 

Sentido pedagógico de la sanción y la pena

Liberación mental desde la propia corrección 

En estricto sentido pedagógico, toda sanción conlleva la idea de la corrección. Pero para que haya corrección debe haber aprendizaje. Cuando un padre aplica un castigo, no lo hace por desahogo o venganza, a pesar del fastidio de la acción incorrecta. Salvo las excepciones burdas, ligadas al descontrol de la mente, todo padre considera a la sanción o castigo que aplica a su hijo, el medio más adecuado que en ese momento tiene a su alcance para lograr aquello que considera más importante para él: la toma de conciencia y la posterior auto-corrección de su conducta.

Consecuencias emocionales de la imaginación descontrolada

Imaginar situaciones que inhiben y desordenan la mente

El ser humano vive construyendo imágenes mentales a toda hora y en cada situación. La imaginación es una función cognitiva a la que se le atribuye un papel importante en la vida humana, sobre todo para el ejercicio de la creatividad, para la innovación, el arte y la ciencia. En tal caso, la función de imaginar es ejercida bajo el auspicio de la función de pensar y se integra de manera sistémica con el resto de las funciones cognitivas, garantizando un proceso mental satisfactorio y ordenado. 

La adaptación como signo de juventud

El desafío de adaptarse a toda edad


Mientras no haya avejentamiento emocional, los condicionamientos y/o adversidades que se evidencian en la vejez (lentitud física, dolores articulares, problemas de desplazamiento, tristeza e inactividad), en realidad no serían retrocesos si media el aprendizaje y la conciencia del tiempo. Por lo tanto, el concepto de adversidad no debería adscribirse a la idea de retroceso, por el simple hecho de que quien sufre cualquier adversidad podría superarla en la medida que haga intervenir un aprendizaje superador.

La actuación honesta no garantiza honestidad

Cuando la acción ética es una actuación hipócrita

Nos consta por experiencia que la gran mayoría de los individuos muestra al exterior una manera de ser y de actuar que generalmente no coincide ni guarda coherencia con lo que efectivamente es y siente en su interior. Así, vemos que se proclama la necesidad de decir la verdad, de ser tolerantes, de ser justos y honestos, pero que en el fuero íntimo de la persona tales valores no tienen vigencia alguna ni poseen la vitalidad de la íntima convicción.

Por eso, los hijos suelen presenciar en sus padres esa perniciosa dualidad e incoherencia, que los lleva a serias confusiones, con consecuencias no deseadas en el futuro. De igual manera, observamos no pocas actuaciones aparentemente sinceras en la relación docentes-alumnos, jefes-colaboradores y en las diferentes ocasiones de encuentros entre familiares, amigos y conocidos y de los que no se excluye, a veces, a la misma pareja.