Cuando la vida aburrida busca nuevos paréntesis
Según señalamos en la nota anterior, las vacaciones se distorsionan cuando se convierten en un añadido superpuesto, a modo de un paréntesis que termina en un descanso artificial alimentado por la fantasía de liberación de las ya conocidas exigencias y presiones del trabajo rutinario. Suprimida la alegría y la creatividad en la vida personal, familiar o laboral, cualquier intento de descanso será imaginado como un oasis o paréntesis milagroso. Pero tal exageración se esfuma luego ante una implacable rutina que termina por “secar” y adormecer las horas y los días de quien no ha decidido preparar su mente para cambiar y revertir su habitual lógica repetitiva.